Siento que el proreso espiritual nos demanda el que dejemos de matar y comer a nuestros hermanos criaturas de Dios, y sólo para satisfacer nuestros pervertidos y sensuales apetitos. La supremacía del hombre sobre el animal debería demostrarse no sólo avergonzándonos de la bárbara costumbre de matarlos y devorarlos, sino cuidándolos, protegiéndolos y amándolos. No comer carne constituye, sin la menor duda, una gran ayuda para la evolución y la paz de nuestro espíritu.
Gandhi
El consumo de carne es antinatural, acorta la vida, aumenta el peligro de contraer cualquier enfermedad diez veces más y tiende a desarrollar en otro la animalidad. Los malos efectos del comer carne, no solamente son físicos, sino que también son mentales y espirituales. Los que comen carne desatienden las advertencias de Dios y, además les debilita la percepción para poder entender las verdades supremas.
Elena G. White
Es Increíble y vergonzoso que ni predicadores ni moralistas eleven más su voz contra la bárbara costumbre de asesinar animales y, además comérselos.
Voltaire
La alimentación de los hombres superiores es la de frutas y raíces crudas.
Miguel de Cervantes
La no-violencia conduce a la ética más elevada que es la meta de toda evolución. Hasta que dejemos de dañar a otros seres vivos, seremos todavía salvajes.
Thomas Edison
No mojes nunca tu pan ni en la sangre ni en las lágrimas de tus hermanos. Una dieta vegetariana nos proporciona energía pacífica y amorosa, y no sólo a nuestro cuerpo sino, sobre todo, a nuestro espíritu. Mientras los hombres sigan masacrando y devorando a sus hermanos los animales reinará en la Tierra la guerra y el sufrimiento y se matarán unos a otros, pues aquél que siembre el dolor y la muerte no podrá cosechar ni la alegría, ni la paz, ni el amor.
Pitágoras
Llegará un tiempo en el que los seres humanos se contentarán con una alimentación vegetal y se considerará la matanza de un animal como un crimen, igual que el asesinato de un ser humano. Verdaderamente el hombre es el rey de las bestias, pues su brutalidad sobrepasa la de aquéllas. Vivimos por la muerte de otros. ¡Todos somos cementerios!
Leonardo Da Vinci
Los animales son mis amigos y no me como a mis amigos. Los domingos vamos a la iglesia y oramos para tener más amor y paz y a la salida nos atiborramos de los cadáveres de nuestros hermanos.
George Bernard Shaw
Comer carne endurece y embrutece al hombre y el comer frutos le espiritualiza.
Conde Maurice Maeterlinck
Es moral todo lo que tienda hacia la mejora y conservación de la vida e inmoral todo lo que la empeore o destruya. El hombre es el único ser que mata y devora a sus hermanos sólo por vicio, pues hasta las alimañas, cuando matan, lo hacen por necesidad. La carne es un estimulante para todos los vicios, por eso, los grandes comedores de carne son tan agresivos y crueles.
Carlos Brandt
Yo soy un ferviente seguidor del vegetarianismo por principio. Más que nada por razones morales y éticas, yo creo firmemente que un orden de vida vegetariano, simplemente por los efectos físicos, influirá sobre el temperamento del hombre de una manera tal que mejorará en mucho el destino de la humanidad.
Albert Einstein
Los criminales, luchadores y malhechores acostumbran a comer carne abundante para así endurecer su conciencia y ser más eficientes en sus nefastas acciones. Una prueba de que el gusto de la carne no es para el paladar del humano es la indiferencia de los niños hacia tal comida y la preferencia que tienen por los alimentos vegetales. Es de suma importancia no viciar ese primitivo paladar de los niños.
Rousseau
Comer carne es un asesinato sin motivo.
Benjamín Franklin
Ahora puedo mirarlos en paz, ya no me los como (frente a un acuario).
Franz Kafka
Tal vez sea una locura, pero cada vez estoy más convencido de que en el futuro, a través de la evolución del ser humano, poco a poco dejará de comer animales, incluso en el futuro más lejano dejará de comer vegetales. Se alimentará de la respiración y del agua.
Luis Paniagua
Llegará un tiempo en que los hombres serán capaces de ampliar su mirada... y podrán ver los planetas como nuestra propia Tierra.
Christopher Wren, 1657 |