Historia del arpa de boca

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'The Jew's Harp' 1808, Sir David Wilkie (1785-1841)

Quienes conocen las guimbardas arqueológicas del período Galo-Románico en Europa, ven en su semejanza con los diseños indio, nepalí y afgano actuales una influencia europea. De lo que sí existen fuertes evidencias es de que la guimbarda en la Edad Media europea no era sólo un instrumento de pedigüeños y marginales, ya que a veces aparece representado en la pintura de le época en manos de los ángeles. El instrumento llegó incluso a las salas de conciertos europeas a medidos del siglo XVIII de la mano de Johann Heinrich Hörmann y su Partita en Do mayor, acompañada de dos flautas dulces, cuatro violines (dos con sordina y dos en pizzicato) y continuo. Entre los virtuosos de la época destaca el monje benedictino Padre Bruno Glatzl y Franz Koch. Ya en el XIX conocemos los nombres de intérpretes como Heinrich Scheibler de Dusseldorf, quien además inventó en 1816 el aura, una guimbarda de varias lengüetas que se pulsaban como un piano, llegando a diseñar un modelo circular de 20 lengüetas. El punto álgido llegó en 1834 con la obra de Karl Eulenstein, capaz de tocar dos guimbardas simultáneamente y utilizar durante un concierto hasta 16 instrumentos afinados.

[imagen del año 1620 aprox]

En el Imperio Austro-Húngaro del siglo XIX, los jóvenes estudiantes solían tocar un instrumento de plata (al que llamaban maultrommel) para sus serenatas, imitando de alguna manera el papel de seducción en el cortejo que dicho instrumento desempeña también en Siberia, China, Camboya, Indonesia, Filipinas, Nueva Zelanda y Nueva Guinea. Incluso, en algunas de estas culturas, la guimbarda se emplea durante las charlas. En el XIX europeo también se creía en las posibilidades terapéuticas de su sonido, una creencia que aún perdura en ciertos sitios de Asia donde se usa tanto para inducir al trance como para curar. Los temiar de Malasia la conocen como gengon y sólo la tocan los hombres. Cerca de allí, los kaluli de la selva Bosavi de Papúa-Nueva Guinea la llaman uluna y con ella imitan los sonidos de la naturaleza. Por el contrario, el genggong balinés se ha incorporado a la orquesta de gamelán, donde generalmente hay dos grupos que las tocan de forma alternada.

 


El renacer del interés por las músicas folk en las últimas décadas ha propiciado una renovada curiosidad por la guimbarda en Europa. Hoy día cada día está más presente en todo tipo de géneros musicales, desde el pop electrónico a los sonidos más vanguardistas, pasando por el jazz y la world music. Cada verano, en la aldea austríaca de Molin, tiene lugar un congreso y un festival dedicados a la guimbarda. Pero no sólo en Europa, ya que en Oregon, EE.UU., existe un festival anual, así como en Japón. Actualmente ha pasado de las manos de los pastores a la de virtuosos como Yvan Alexeyev y Spiridon Shishigin, utilizada en la investigación electro-acústica por John Wright y Trân Quang Haï, estudiada por los etnomusicólogos Geneviève Dournon, Hubert Boone, Frederic Crane y Leo Tadagawa o el físico acústico Emile Leipp.

Nombres

Respecto a su variedad de nombres aquí van algunos, sólo en Europa. En Albania, vegël tringulluese; en Bielorrusia, drymba; en Chequia, brumle o drnkaäka; en Dinamarca, mundharpe; Holanda, mondtrom; Estonia, parmupill, konnapill o suupill; Finlandia, munniharppu, turpajurra, märistysrauta, huulipeli, suupeli, suuharppu, mörinärauta, möristysrauta, juutalaisharppu, juutalaisen harppu, taavetin harppu o pussipeli; Francia, guimbarde; Suiza, bombarde, rebaîrbe, rbiba, rbaîrbe, trümmi, trimpi, trimmi, zanforgna, cinforgna, zinforgna, muultrummle o tremolo; Alemania, además de la mencionada maultrommel también se le conoce como mundharmonika; Hungría, doromb; Islandia, munnharpa; Irlanda, trumpadh; Italia, scacciapensieri, ribeba, marranzanu o gnagnararrone; Letonia, vargas; Lituania, bandírälis, bandurka o šeivale; Noruega, munnharpa o munnspill; Portugal, berimbau; Rumania, drîmba, drîmboaie, drîmb, drînd, drîndä o drîng; Rusia, vargan; Serbia, drombulja, drombulje o drimbolj; Suecia, mungiga; y Ucrania, drymba, drumlya, doromba, organ, vargan o vigran.


En cuanto a Asia, además de las variantes mencionadas en el texto, existen en Afganistán, chang-ko’uz; Birmania, ata y rab ncas; Camboya, angkuoc; China, huang, koqin, k’api o tivtiv; India, murchang, morchang, muchang, munchang, mursang, mursing, morsing, gagana, ghoraliyau, tendor o ka-mien; Indonesia, rinding, karinding, gogo, popo, druri bewe, duri, ego, genggo, robe, juring, saga-saga, karombi, oli, nago oa, keit besi o nago besi; Irán, zamburak; Japón, mukkuri o mukkuna; Kazajastán, komyz o temir-komyz; Kirguistán, komuz o temir-komuz; Laos, hun o toi; Malasia, bungkau, turiding, gurudeng, junggotan, juring rangguin, rangoyd, rangun o jyrin; Mongolia, aman khuur, aman tobshuur, khulsan khuur, temür khuur o tömör khuur; Nepal, binaiyo, kha-wang, machinga, changu, machunga, kom-i o gon-kap; Pakistán, chang o morchang; Filipinas, kubing, abafiw, alibaw, olat, onat, afiw, biqqung, guyud, giwong, onat, ulibao, ulibaw, ko-ding, kulibao u ori-bao; Tayikistán, chang-kobuz, temir-chang o changi zanona; Tailandia, hoen-toong; Turquía, aêiz tamburasi; Turkmenistán, kobyz; Uzbekistán, chang-kobuz, chang-kavuz o temir-chang; y Vietnam, çàn môi, nggoec, tong, kong kle, kon hle, rhnui, göch, roding, toung, guat o pang teu ing.

 


En Oceanía, en las islas Cook se conocen como pokakakaka o titapu; en Guam, belembaupachet; Hawaii, ni’ au kani; Mangaia, tangi ko’e; Marquesas, hiva oa o tita’a kohe; Nueva Bretaña, kaur; Nueva Guinea, susap, begnankr, bombom, pumbune, tungge o songer; Nueva Zelanda, kukau o rooria; Palau, tumtum ra lild; Pukapuka, vivo; Samoa, utete; Solomón, mabu o tankuvani; y Tonga, mokena. En África, además de los términos europeos importados a las colonias, encontramos en Madagascar la lokanga vava; en Nigeria, bambaro, bamboro o babore; en Sudáfrica, sekebeku, setjoli o isithokotholo; y en Tanzania, koma. En cuanto a América, la guimbarda penetró originalmente en los pueblos esquimales del norte del continente y luego llegó en forma de baratijas a manos de conquistadores y comerciantes. Actualmente, algunos pueblos indígenas del sur de América lo han adoptado, aunque conservando la nomenclatura europea (guimbarda, trompa, trompe o trompo).

[Autor: JRozemblum - Por cortesía de Sonifolk].

 

arpa de boca

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